Aquí ya vemos el diseño a todo color:
Ahora, con la ayuda de un trozo de papel celofán,
cuadriculamos el diseño para luego pasar el dibujo a las cerámicas. Vamos trabajando
por secciones, y las propias piezas de azulejo en este caso serán las
cuadrículas naturales para transferir el dibujo del diseño a escala al tamaño
real. La foto siguiente no es muy buen, pero muestra la técnica de las cuadrículas:
El proceso es lento y muy trabajoso, pero al final brinda la
mayor satisfacción. Luego de ir pintando con mucho cuidado cada uno de los
elementos, totalmente a mano alzada, se llevarán las piezas al horno para que
adquieran los colores esperados. Como se puede ver en la foto siguiente, los
colores no se ven como son en realidad, cuando se trabaja con pintura cerámica,
sino que es después que se hornea que
sale el color vidriado verdadero. Esto hace el trabajo mucho más
complicado.
MONTANDO EL MURAL
Luego que hemos pintado y horneado las piezas, procedemos a pegar los azulejos en la pared donde irá el mural. Hacemos un hueco en la pared para que el mural quede integrado al muro. En la siguiente foto vemos la pared ya lista para recibir el mural.
Ahora se humedece el concreto para recibir el adhesivo para
la cerámica:
Tengo que estar pendiente de que cada pieza quede en su lugar. Aunque cada pieza está numerada me cercioro personalmente de que cada una se coloque donde debe ir. Utilizamos para pegar las cerámicas el mejor pegamento que existe en el mercado, cosa que nos permite garantizar nuestro trabajo.
Aquí mostramos los colores verdaderos del mural:
Ya el mural ha sido empotrado debidamente:
Así se ve el mural en el antedespacho:
El Tamaño de este mural es 6.50 x 3.50 metros.
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