Este es el diseño que realizamos para el mural cerámico del
edificio de nuestro templo de la Primera Iglesia Bautista de Mao, República
Dominicana, donde soy pastor. Su dimensión es de 4.05 x 1.95 metros.. Es un
mural evangelístico que relata cómo Jesús cargó el peso del pecado del mundo.
En el jardín de Getsemaní Jesús tuvo la lucha más feroz contra el pecado, pues
Dios había colocado sobre El, el pecado de todos nosotros. La idea es que todo
el que admire el mural lea los mensajes escritos en el marco, que son
versículos bíblicos que hablan acerca del misterio de la salvación. Además de
ser una atractiva pieza de arte público, será una obra que proclamará las
buenas nuevas de salvación a los transeúntes. Este es un proyecto que venía
madurando desde el 2009.
He trabajado este mural en su mayoría con aerógrafo. Esto hace el trabajo muy lento, pero se logran resultados que no se pueden lograr de otra manera. Además, lo realicé en las pocas horas libres que me quedaban cada día, debido a mis obligaciones como profesor.
Cuando se trabaja con aerógrafo, se deben enmascarar algunas
zonas para evitar ensuciar los bordes que están fuera del área que se va a
pintar. Una vez que se ha enmascarado la parte del brazo en este caso,
entonces, con mucho cuidado, manipulamos el aerógrafo a mano alzada. La
terminación en los detalles que se logra con la técnica del aerógrafo es
insuperable.
Como puedes ver, hemos colocado las más recientes piezas ya
terminadas y horneadas arriba en la primera fila, para que sirvan de guía a las
que siguen, a fin de que coincidan con el dibujo secuencial. Ahora nos
preparamos para pintar esta mesa. Luego de pintar esta mesa sólo nos quedará
una mesa más y dos filas. Hasta ahora hemos utilizado aerógrafo y pincel.
Ya hemos completado
toda la figura principal del mural, como puedes ver en la siguiente foto:
Hemos trabajado en la medida de nuestras posibilidades, pues
como saben, tengo una responsabilidad cada día de impartir docencia como
profesor de arte, además de mis responsabilidades como pastor. Pero poco a poco
ya vamos completando este mural, que con mucho amor estoy haciendo para nuestro
templo. Esta obra tiene tres objetivos: 1) Servir como un mural evangelístico.
Llamará la atención del transeúnte, pues será una obra enmarcada dentro del
renglón de arte público. Las lecturas en el marco son la historia de la
salvación del hombre en la persona de Jesucristo, de modo que será una alerta
para el caminante acerca de acercarse a Dios antes que sea tarde. 2) Además,
como ya hemos anotado, esta es una obra que embellecerá una de las paredes
exteriores de nuestro templo. Nuestro templo está ubicado en un lugar de mucho
tránsito en la ciudad de Mao, y prácticamente en el centro de la ciudad. Así
que esta obra de arte público vendrá a añadir al entorno donde estará ubicada,
un elemento de gran significación, pues será más que una pieza decorativa. 3)
Es mi primer mural cerámico hecho para mi ciudad, y de esta manera quiero
motivar a la gente para que se enteren de nuestra dominio de la técnica cerámica aplicada a los murales. Espero
que esta obra sea una motivación para mis estudiantes.
Aquí les dejo esta foto en plena faena:
He colocado las piezas que he terminado, en el piso, para
así tener una panorámica de cómo va el mural. Ya sólo resta una mesa como la
que se ve arriba y dos filas más (unas siete filas en total). Observa la foto:
Como ya hemos comentado, este mural está siendo realizado casi por completo con la
técnica del aerógrafo, exceptuando las nubes y los bordes del marco, donde
tiene el letrero, que han sido pintados a pincel, a brocha y con la
técnica del esgrafiado. Principalmente las nubes, han sido pintadas a brocha a
modo de grisalla, que luego han sido esgrafiadas para realzar los efectos de
luz, aprovechando para ello el vidriado blanco de los azulejos.
La técnica del aerógrafo, en la pintura sobre cerámica ya
vidriada, requiere de múltiples enmascaramientos que tienen que ser colocados
con mucho cuidado, para no estropear pasos anteriores que ya hayan sido
terminados. Casi todos los detalles son realizados a mano alzada, lo cual
requiere una precisión matemática, tanto en el pulso del artista, como en las
graduaciones de la boquilla del aerógrafo. Pero lo más difícil de la pintura
sobre cerámica es, que uno tiene que estar muy seguro qué colores van a
resultar después de hornear. Para evitar errores, que pueden ser fatales. Es
necesario ensayar en pedazos de piezas desechables, las mezclas de colores y
los colores mismos, para ver cómo resultarán después de ser horneados. Por este
motivo, el artista que se decide por pintar murales sobre cerámica, deberá hacer
su propia paleta de colores ya horneados. Compara las piezas ya terminadas con
el diseño, para ver lo mucho que nos hemos ajustado al modelo.
Ya
enpezamos a montar el mural El Peso del Mundo, que hemos elaborado durante el año 2012 para la Primera Iglesia Bautista de Mao, donde soy pastor. Este mural
estará colocado en una de las partes laterales del templo que da a la calle
Máximo Cabral, en el sector Sibila de esta ciudad de Mao, República Dominicana. Es un mural evangelístico,
que muestra cómo el Señor Jesucristo cargó sobre sí el pecado del mundo. Al
través de este mural, pretendemos motivar a los peatones a admirar la belleza
de la obra cerámica, y a detenerse un rato para leer los mensajes, colocados en
el marco del mural. Este es el primer mural cerámico que se realiza en la
ciudad de Mao en toda su historia. El mural cerámico tiene la ventaja de
soportar toda intemperie e inclemencia climática. Así que cuando venga a Mao,
dese una vuelta por la Máximo Cabral, con la esquina de la Gastón F. Deligne,
en Sibila, para que pueda admirar esta obra que hemos hecho con mucho cariño
para nuestra iglesia y para deleite del pueblo. El maestro albañil que se
encarga de montar este mural es Juan Disla. Les dejo ahora con una serie de
fotos del proceso del montaje del mural.
Marcando el espacio donde va el mural para cortar la pared.
Una vez marcado el espacio procedemos a hacer un corte recto
en la pared alrededor de todo el borde. Hacemos una incisión de una pulgada más
o menos para luego despegar el pañete o enlucido. De esta manera dejamos un
hueco donde aplicaremos los azulejos del mural.
Utilizando un martillo o mandarria y un cincel, el ayudante Quilvio Sosa (Tito) va despegando el pañete o enlucido de la pared, hasta dejarlo en el block.
Aparte
del martillo o mandarria y el cincel, también se utiliza una martilladora
eléctrica que hace el trabajo menos tedioso y nos ayuda a ganar tiempo.
Ahora el maestro albañil Juan Disla da los toques finales al
hueco, quitando algunas protuberancias que puedan dificultar la colocación de
los azulejos, a fin de que toda la superficie quede al mismo nivel.
Como pueden ver, se han removido todos los escombros y se ha
limpiado toda el área. De esta manera podemos trabajar con más orden y sin
obstrucciones. Hemos hecho un hueco de 8 x 2 metros, ahí colocaremos los
azulejos que formarán el mural de más o menos unos 16 metros cuadrados. Se
colocarán unas 351 piezas de azulejos de 15 x 15 cm., además de un pequeño
marco cerámico de unos 3 cm. en todo el borde, para resaltar la obra.
Hemos empleado unos 4 días para completar la aplicación de
este mural en la pared para la que estaba destinado. Ahora les dejo con fotos
del proceso y final de este trabajo.
El maestro Juan Disla ubica el centro de la pared y extiende
el hilo tanto horizontal como verticalmente, para que las piezas de azulejo de
cada fila o línea queden bien niveladas y al ras de la pared.
Ahora se prepara el mortero con el que se han de pegar los
azulejos a la pared.
Colocación de la primera pieza. Se inicia de abajo hacia
arriba, se pega desde la última fila hasta la primera. La colocación de esta
pieza es crucial, para que todas las demás filas queden niveladas y no sobre ni
falte espacio en el hueco de la pared.
Ya hemos colocado la primera fila.
Las piezas se van pegando con mucho cuidado, evitando así que alguna pueda caer y romperse. Sin
embargo, siempre ocurre que alguna pieza se rompa. Si no se puede reparar,
entonces hay que hacerla de nuevo. En este caso, tuvimos una pieza a la que se
le quebró una esquina, pero pudimos repararla y pegarla, de modo que no se
nota.
Una vez colocadas todas las piezas, procedimos a ubicar un
ribete cerámico de unos 3 cm de ancho, a manera de marco.
Después rellenamos las juntas entre azulejos.
Las piezas ya tienen todas sus juntas llenas y se la ha dado
la primera limpieza.
Esta es la limpieza final con agua y jabón. Además pintamos
los bordes en la pared.
Ahora lo que resta es podar en algunas de las plantas para
que se pueda leer todo el mural.
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